Una parte importante de la exégesis al libro del Éxodo la constituyen aquellos comentarios relativos al templo y a su construcción.
Una parte importante de la exégesis al libro del Éxodo la constituyen aquellos comentarios relativos al templo y a su construcción. Son numerosísimos. Vamos a centrarnos en el pasaje que ha despertado más la curiosidad de aquellos que se han acercado a la parashah de Terumah.
La palabra Mikdash (מקדש), “santuario” o “templo”, procede de una raíz Kof (ק), Dalet (ד) y Shin (ש) que significa al mismo tiempo “santificar” y “separar”. El Mikdash (מקדש) es el lugar “santificado”, que está “separado” de lo profano. A partir de esto también podemos deducir que separarse de lo profano equivale a santificarse o, si lo preferimos, que para santificarse hay que separarse de lo profano. Pero, ¿cómo se hace? La respuesta quizá la encontremos en el versículo de Éxodo (XXV-8):
ועשו לי, מקדש; ושכנתי, בתוכם
“Y me construirán santuario y moraré en medio de ellos”.
La primera pregunta que nos podemos…
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